He estado tan alejada de todo y tan inmersa en todo, que el todo se ha apoderado de mi. Y en ese todo inmenso a comenzado a limpiarse mi alma.
Hoy me han dado el mayor y el mejor regalo de todo el universo.
Me regalaron unos minutos de amor.
Hoy me regalaron un infinito de perdón, tolerancia, comprensión.
Hoy me regalaron un infinito de perdón, tolerancia, comprensión.
Hoy me regalon amor.
Hoy decido limpiar mi alma de rencores, de intolerancia, de perdonarme para perdonar y vivir en armonía para superar el dolor.
Difícil será pues llevó más de tres décadas de engullir estereotipos de conductas "morales", ideas preconcebidas del buen vivir.
Hoy recibí el mejor regalo de mi vida: amor.
Es una señal, sí. Para mí si. No sé si buena o mala, de esperanza o no; de amor o desamor, de apertura o cierre; pero señal al fin.
